domingo, 10 de enero de 2010

Un pequeño visitante en la casa

Enero...con cambio climático y el mundo acabándose...
La tarde lluviosa y helada del pasado Viernes 8 de Enero, no llegué a mi casa temprano como acostumbro, ya que saliendo de mi trabajo tuve que ir a dar a Polanco una clase de piano a Yosef ya que Shabbatt comenzaba temprano y tenía que estar ahí a las 3:30pm.

La clase de piano terminó a las 4:30 y salí a enfrentar una llovizna que caía como agujas cristalinas en una ola de frío que estremecía la piel y congelaba hasta los huesos.
Siempre camino por la calle de Virginia Fábregas para llegar a mi casa pasando por el Tiatro San Rafael (tiatro por que sus espectáculos son dignos de éste). Y ahí con la llovizna de agujas punzantes y la ola helada de muerte fría ...ví algo raro tirado cerca de la escalera de una casa... me pasé y por mi mente pasaron miles de imágenes hasta que una me dijo que podría haber sido un ave. Regresé y efectivamente...estaba ahí tirado un polluelo de Tortolita encogido tratando de cubrirse del frío. Me nació un sentimiento de ternura e inmediatamente lo recogí y lo llevé a mi casa.

Adentro, lo sequé por que estaba muy empapado y mueriéndose de frío. Traté de darle de comer con un palillo migajas de pan blanco remojadas en agua pero no quizo comer. Me desesperé al ver que a lo mejor no podría salvar al pequeño y lo llevé a mi habitación con mi pareja que me estaba esperando. Juntos, fuimos al veterinario para que nos aconsejara que pudieramos hacer con él. El Veterinario nos aconsejó subirle primero la temperatura corporal, ya que las aves necesitan estar a 40 grados. Nos recomendó calentar botellas de plástico con agua y poner al pajarito entre ellas y darle de comer migajas de pan blanco revueltas con nuez en polvo y darle de beber agua con azucar.

Todo eso hicimos y los esfuerzos fueron recompensados ya que ahora Domingo 10 de enero sigue con vida y queriendo volar con una actitud y aspecto vivaz.

Escribo esto por que es la primera vez que le salvo la vida a un pajarito silvestre y es una comprobación de la ley de Causa y Efecto de Hermes. Todos tenemos a veces sólo una oportunidad que se nos presenta en la vida en un momento, debemos aprovecharla por que está ahí para nosotros, todo se junta y se armoniza en un tiempo para nosotros... el pajarito estaba ahí y yo no lo hubiera recogido si no hubiera dado clase de piano el Viernes a las 3:30pm...

Estoy muy contento por que está sano y a salvo. Me pregunto: ¿Qué pasaría si toda la humanidad se diera la oportunidad de ayudar a un animalito o a uno de sus semejantes en el tiempo y el momento determinado que a cada uno se nos da?
La respuesta es a su elección...pero con esto quiero decir que en nuestras manos está el poder tener empatía con los seres vivos y que somos la única especie que puede ayudar a otras en estas circunstancias.

Doy gracias al Dios y a la Diosa por la prueba que me pusieron y espero haber contribuído por lo menos en un pedacito a calentar el corazón frío de los seres humanos que ahora sólo tiene en la cabeza el dinero y el individualismo.

Tienes el poder y el amor para hacerlo, sólo hazlo...

¡Feliz encuentro! ¡Feliz partida! y ¡Feliz reencuentro!

5 comentarios:

Unknown dijo...

Salvar a una tortolica no es ninguna tontería.
Enhorabuna, me congratulo contigo.

mariana patagonia dijo...

Sabes, en mi casa hay grandes ventanales.Segun cómo la luz del sol los ilumina los pájaros ven su imágen reflejada en los vidrios y vienen a buscarla creyendo que son posibles parejas. Luego chocan con el vidrio y caen a la hierba. Entonces salen mis niños en operación rescate: manos tibias para dar calor, migas de pan mojadas en agua de la vertiente con azúcar. Al rato el pajarillo es devuelto al bosque y sus altas ramas.
Que gratificante saber que estas almas buenas,sanadores de aves también habitan las ciudades...

Lily dijo...

Hola Behram, (puse este comentario en el sitio equivocado)...Lo siento!

Cuando era pequeña, de eso hace ya muchos...muchos años, en la casa dónde vivía con mis padres y mi hermana mayor,había...bueno...hay, porque mi hermana vive allí todavía, dos balcones. Uno daba a la calle, y el otro daba a un jardín interior. Bien, lo que quiero decir es que, más que un solo jardín, había varios. Uno pertenecía a unos vecinos nuestros que vivían en la planta baja, con varios árboles, y los otros jardines o patios grandes, pertenecían a casas que había alrededor. O sea que salir a ese balcón era muy agradable, porque además de ver árboles y plantas, se podían oir los trinos de los pájaros.
Un día, encontramos una paloma viva, pero herida en una pata. La agarramos y mi mamá vió, que solo era un golpe con una pequeña herida. Mi mamá le puso una venda en su patita, y así la tuvimos en una cestita con un cojín que pusimos en la galería que había antes del balcón, comiendo arroz cada día, y un poco cojita. No tenía ganas de volar. Pero comía y bebía.
No recuerdo cuántos días estuvo allí. Lo que si recuerdo es que hacía buen tiempo, creo que era primavera, y nosotros teníamos la puerta que daba al balcón siempre abierta.
Mamá iba controlando su patita, y le cambiaba la venda. Hasta que un día dijo, ya está curada y ya no le puso nada.
La paloma caminó sin cojear hasta la puerta del balcón y emprendió el vuelo alegremente.
A partir de entonces, nos vino a visitar cada día, y a comer su ración de arroz y a beber el agua, que nosotros siempre le fuimos poniendo en el balcón...y lo hizo durante muchos meses...hasta que ya no vino más...Supusimos entonces que había encontrado pareja.
¿Cómo sigue la tortolita?
Un abrazo

12 de enero de 2010 17:53

Lily dijo...

Querido Behram,

Te lo dedico...

http://www.youtube.com/watch?v=9bZp3CO0cEA

Un abrazo

Lily dijo...

Behram, querido...no me dijiste qué pasó con la tórtola...

Hoy te dedico ésto...

http://www.youtube.com/watch?v=LU_QR_FTt3E&feature=related
Un beso.
Lily